24. Centinela de hierro
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"Centinela de hierro" (Viena, 2011) ® Mariana Domínguez Batis |
Frente al Museo Etnológico
de Viena, un mexicano, vestido como indígena y convertido en atracción
turística, baila ritualmente con dirección al sol y pide al gobierno austriaco
la devolución del penacho de Moctezuma. Muchas veces me he preguntado qué hace
el ornato en la capital de Austria, cómo terminó ahí. La historia dicta que el
penacho fue regalado por el Moctezuma a Hernán Cortés, quien a su vez lo
subastó a un hermano de Maximiliano II, por lo que desde entonces permanece en
Europa.
Este año me sorprendo con la noticia de que Austria ha
prometido devolver temporalmente el penacho a México, a condición de que el
país latinoamericano, a su vez, envíe a los austriacos la carroza del
austrohúngaro asesinado en Querétaro, Maximiliano de Habsburgo. Pleitos
diplomáticos...
Es tal vez por toda esta historia que en Viena se pueden
encontrar más productos mexicanos que en otras ciudades europeas. En una tienda
encontré algunos discos de música mexicana. Y ante la curiosidad, paramos a
comer un refrigerio en un restaurante que se anunciaba como mexicano, en donde
se escuchaba música española y en el menú se encontraban nachos con queso,
burritos y cervezas con etiqueta bio, nada populares hasta el momento en
nuestro país.
Desde que llegué a Francia, varias personas me dicen
orgullosas que beben cerveza mexicana y me muestran una "Desperado"
(una mezcla de cerveza con sabor a tequila hecha en Francia) y les gustan mucho
los burritos, las galletas Pepito (bizcohos con chocolate cuya publicidad es un
niño con un zarape montado en un burro), el guacamole (vendido en los
supermercados en forma de polvo con mucho comino, lo más alejado posible a lo
que comemos nosotros) y chile con carne, servido con bastantes frijoles. Se
sorprenden cuando les digo que no bebemos y casi no comemos eso y que más bien
es una exportación de lo que en Estados Unidos se ha interpretado como comida
mexicana o, más específicamente, de la comida que surgió en la frontera llamada
tex-mex.
Mientras bebemos una cerveza en el restaurante
"mexicano" en el centro de Viena, pienso en el intercambio cultural
iniciado por Moctezuma y en la distorsión que ha significado desde entonces,
cuando se pensaba que en vez de penacho tal vez era un capa.
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