Nuestro devenir se encuentra repleto de contrastes y opuestos: el blanco y el negro, lo bueno y lo malo, lo frío y lo caliente, lo dulce y lo salado. Para que uno sea, debe existir siempre el contrario.
Es así que, como el cuerpo, la vida necesita de lo dulce y de lo salado. Consciente de que de ambos pozos habría de beber, al tiempo que inicié mi aventura como profesor adjunto de español en Francia, comencé un cuadernillo fotográfico y narrativo, con el fin de que quedara en el mosaico de las experiencias de viaje de un asistente de lengua extranjera; esperando que fuera del interés de mis cercanos, algunos lejanos y, sobre todo, que quedara para la memoria propia.
Sucré ou salé? / ¿Dulce o salado? surgió a partir de aquel cuadernillo de viaje que me acompañ ó durante nueves meses, mientras descubría otra cultura y mostraba la propia a través de la lengua y las tradiciones, uno de los objetivos principales de los asistentes de español en Francia.
La exposición está compuesta por veinticuatro fotografías y veinticuatro crónicas que las complementan, constituyendo un testimonio de encuentros con lugares y momentos posibles dentro del marco del intercambio de asistentes de lengua México-Francia 2010-2011, apoyado por la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Ministerio de Educación Nacional Francés. En ella, se mezcla la experiencia docente en un país ajeno con la profesión periodística.
Las pequeñas crónicas que acompañan a las imágenes son protagonizadas por personajes que parecieran salidos de un relato fantástico, pero que no surgen sino de la cotidianeidad. Personajes que día con día viven cosas maravillosas para quien tiene la paciencia de observar.
La historia de un viejo en Valencia, que ha perdido a su esposa y con ello el sentido de la vida, o de un deportista que los fines de semana escala las montañas Les Calanques en Marsella, para al llegar a la cumbre, tirarse al vacío con un parapente que lleva en las espaldas, ante la mirada atónita de los senderistas. Pequeños instantes, que sumados con otros millones y millones que se viven en otros rincones del mundo, van construyendo la historia de la humanidad.
En la muestra convergen dos lenguajes: el fotográfico y el narrativo, para dar testimonio de realidades que a veces no parecen tan evidentes y dar vida a un conjunto de experiencias dulces, saladas y, por qué no, agridulces, así como todos los matices existentes entre ambos extremos, porque al final, no todo es blanco o negro.
Mariana Domínguez Batis, 2011.
Curaduría: Humberto Valdez
Curaduría: Humberto Valdez
mariandb@msn.com
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